El insomnio de verano es una realidad. La primera ola de calor del verano ha llegado y sufrimos sus consecuencias a la hora de conciliar el sueño por las noches. Cuando las temperaturas no bajan de 25 grados descansar puede llegar a convertirse en una tarea prácticamente imposible.

A más temperatura el cuerpo segrega menos melatonina, la hormona natural que se encarga de regular el sueño y nos ayuda a descansar. Lo mismo ocurre con la luz solar, cuando esta se va, el cerebro comienza la síntesis de melatonina propiciando así el sueño.

Causas del insomnio en verano

El calor no es la única causa que provoca el insomnio de verano. Otra de las causas es el horario de verano. Tenemos más horas de luz al día y, por lo tanto, anula la secreción de melatonina hasta altas horas de la tarde.

Por otro lado, tener una vida social más activa también propicia la falta de descanso por las noches. Sobre todo, porque estos planes sociales suelen hacerse en horario nocturno cuando el calor ya no es sofocante. Esto provoca desajustes en nuestro reloj interno. También es importante evitar el consumo de alcohol o las comidas copiosas en los planes nocturnos o nos costará aún más conciliar el sueño.

Solución a la falta de descanso

El Plan Descanso y Sueño Reparador de 180 The Concept es la solución perfecta para conciliar el sueño sin dificultad. Gracias a la unión de los principios activos de sus fórmulas, se estimula la producción de melatonina, la consecuencia es la regulación del ciclo de sueño. Además, esta combinación previene el envejecimiento prematuro y rejuvenece la piel como consecuencia de un mayor descanso de nuestro organismo.

El Citrato de Magnesio y el L-Triptófano son fundamentales en la fórmula, ya que ayudan en la producción de melatonina y serotonina, que aportan tranquilidad.

Por su parte, la sinergia de ingredientes como el Zinc, las vitaminas B1, B6 y B9 favorecen el equilibrio energético al intervenir en la formación de la dopamina y la serotonina.

Asimismo, al plan nutricosmético se integran las vitaminas E y C, por sus capacidades antioxidantes que, además, propician la creación de colágeno.